" Bar ***** estrellas ". Pude leer como nombre del bar. "¿ Se puede ser mas... original?" Ironicé arqueando una ceja. Entré y heché un vistazo rápido analizando el lugar, pero ninguna preciosidad parecía estar allí presente. Me senté en la barra del bar y llamé al camarero.
- ¿ Qué desea, señor ? - Preguntó el.
- En primer lugar, soy señorito, y en segundo, pónme un whisky. - Contesté desinteresado. Me lo trajo y comencé a planificar qué iba a hacer durante mi estancia en Manhattan. Supuestamente era mi "obligación" ir al instituto pero... esa palabra no estaba en mi diccionario aunque, por otra parte, allí habrían hermosas chicas luciendo su cuerpo y paseándose por los pasillos y patios esperando a que alguien como yo, apareciese...
Le dí un sorbo a mi bebida.