Estaba poniéndome la camiseta cuando escuché a Agnes, creía que estaba dormida. Me llevé la mano al pecho de espaldas a ella y cogí aire. -Qué graciosilla. Negué con la cabeza y suspiré, aquella chica era imposible de tratar.
Me agaché, había caido algo de entre la ropa, era una foto. Me apoyé en la mesa y la observé pasando un dedo por ella. Era una foto mía con mi padre trabajando en éste mismo taller. La ropa debía ser suya. Desde su muerte no había vuelto a pensar en él y ahora me dolía. Me cayó una lágrima y cerré los ojos con fuerza, no pensaba dejar que Agnes me viese así.
Me agaché, había caido algo de entre la ropa, era una foto. Me apoyé en la mesa y la observé pasando un dedo por ella. Era una foto mía con mi padre trabajando en éste mismo taller. La ropa debía ser suya. Desde su muerte no había vuelto a pensar en él y ahora me dolía. Me cayó una lágrima y cerré los ojos con fuerza, no pensaba dejar que Agnes me viese así.